Brasil no sólo es referencia para la samba, también lo es en productos de belleza basados en la biodiversidad del país
En 1969 comenzó un sueño llamado Natura. Fue el comienzo de la consultoría de la belleza y de la cosmética terapéutica en Brasil, dos conceptos que no se habían empleado antes en ese país.
Todo empezó con una pequeña tienda en Sao Paulo. Luiz da Cunha Seabra, actual copresidente del consejo de administración de esta firma, supo que su misión era brindar atención personalizada a sus clientes.
Cinco años después, en 1974, dos de sus pasiones ya eran reconocidas como claves dentro de la compañía: el cosmético, como vehículo de autoperfección y conocimiento, con un gran poder de transformación en la vida de las personas y la venta directa, que representaba la pasión por el cliente y por las relaciones humanas.
Gracias a este sistema de compra se podían descubrir las necesidades reales de quienes buscaban los productos. Bajo estos dos principios se formaron los primeros consultores de Natura.
Belleza brasileña
En los primeros años de los 80, la empresa logró una enorme expansión en el territorio brasileño y más allás de sus fronteras, iniciando operaciones en Chile y Bolivia; poco después, en Argentina y Perú.
Además de incrementar el número de productos de sus catálogos, también reorganizó su compromiso social y de desarrollo sustentable. Se construyó el Espacio Natura, en Camajar, Brasil.
También se desarrolló Ekos, una de sus líneas de belleza más importantes, en la cual se unen la tradición popular con el uso racional de los activos de la biodiversidad brasileña.
Esta línea busca preservar y difundir su patrimonio ambiental, cultural y social. Se usan ingredientes como el cupuaçu, un árbol de ramas flexibles y grandes frutos perfumados. La manteca que se extrae de sus semillas tiene gran capacidad de rehidratar la piel.
La maracujá, por su parte, es una fruta originaria de la región Mata Atlántica. Es rica en vitaminas A y C, sales minerales y fibra. Tiene propiedades tranquilizantes y refrescantes.
Cosmética con sentido
En 2005 no sólo abrió su primera tienda en Francia, sino que también llegaron sus productos a México, los cuales han seguido fieles a su filosofía de creación y comercialización: “Bien estar bien”.
La suma de ambos es la dinámica que surge como consecuencia de la fusión de tales definiciones, pero la frase no sólo tiene que ver con el cuidado personal, sino con la protección del medio ambiente. El año pasado la firma implementó el proyecto Carbono Neutro, destinado a reducir y compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEE).
Además de controlar las emisiones en sus fábricas y procesos, también redujo los contaminantes en toda su cadena productiva, hasta el desecho final de los productos.
En su línea de perfumería reemplazó el alcohol convencional por alcohol orgánico. Actualmente incluye una tabla ambiental en las etiquetas y empaques de sus nuevos productos en la que informa al usuario sobre sus procesos de elaboración ecológicos.
En 1969 comenzó un sueño llamado Natura. Fue el comienzo de la consultoría de la belleza y de la cosmética terapéutica en Brasil, dos conceptos que no se habían empleado antes en ese país.
Todo empezó con una pequeña tienda en Sao Paulo. Luiz da Cunha Seabra, actual copresidente del consejo de administración de esta firma, supo que su misión era brindar atención personalizada a sus clientes.
Cinco años después, en 1974, dos de sus pasiones ya eran reconocidas como claves dentro de la compañía: el cosmético, como vehículo de autoperfección y conocimiento, con un gran poder de transformación en la vida de las personas y la venta directa, que representaba la pasión por el cliente y por las relaciones humanas.
Gracias a este sistema de compra se podían descubrir las necesidades reales de quienes buscaban los productos. Bajo estos dos principios se formaron los primeros consultores de Natura.
Belleza brasileña
En los primeros años de los 80, la empresa logró una enorme expansión en el territorio brasileño y más allás de sus fronteras, iniciando operaciones en Chile y Bolivia; poco después, en Argentina y Perú.
Además de incrementar el número de productos de sus catálogos, también reorganizó su compromiso social y de desarrollo sustentable. Se construyó el Espacio Natura, en Camajar, Brasil.
También se desarrolló Ekos, una de sus líneas de belleza más importantes, en la cual se unen la tradición popular con el uso racional de los activos de la biodiversidad brasileña.
Esta línea busca preservar y difundir su patrimonio ambiental, cultural y social. Se usan ingredientes como el cupuaçu, un árbol de ramas flexibles y grandes frutos perfumados. La manteca que se extrae de sus semillas tiene gran capacidad de rehidratar la piel.
La maracujá, por su parte, es una fruta originaria de la región Mata Atlántica. Es rica en vitaminas A y C, sales minerales y fibra. Tiene propiedades tranquilizantes y refrescantes.
Cosmética con sentido
En 2005 no sólo abrió su primera tienda en Francia, sino que también llegaron sus productos a México, los cuales han seguido fieles a su filosofía de creación y comercialización: “Bien estar bien”.
Bienestar: relación armónica agradable del individuo consigo mismo y con su cuerpo.
Estar bien: relación empática exitosa y placentera del individuo con el otro y su mundo.
Estar bien: relación empática exitosa y placentera del individuo con el otro y su mundo.
La suma de ambos es la dinámica que surge como consecuencia de la fusión de tales definiciones, pero la frase no sólo tiene que ver con el cuidado personal, sino con la protección del medio ambiente. El año pasado la firma implementó el proyecto Carbono Neutro, destinado a reducir y compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEE).
Además de controlar las emisiones en sus fábricas y procesos, también redujo los contaminantes en toda su cadena productiva, hasta el desecho final de los productos.
En su línea de perfumería reemplazó el alcohol convencional por alcohol orgánico. Actualmente incluye una tabla ambiental en las etiquetas y empaques de sus nuevos productos en la que informa al usuario sobre sus procesos de elaboración ecológicos.
Fuente:
Claudia Ramírez / El Universal / eluniversal.com.mx
Claudia Ramírez / El Universal / eluniversal.com.mx
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